En fisioterapia pediátrica normalmente diferenciamos la evaluación del bebé y la evaluación del niño. En relación al uso de las manos y su valoración, no está muy claro qué es un bebé exactamente. Déjame explicarme. El neonato, el bebé hasta los 4 meses, el bebé de los 4 a los 9 meses, y el bebé más allá de los 9 meses son claramente diferentes. Tan diferentes que su evaluación, en concreto del uso de las manos, presenta enormes diferencias. Por supuesto todas estas etapas suponen una clara diferencia con una función manual en el niño y su evaluación. Puedes ver más aquí sobre la función manual en el niño y su evaluación.
Hay que tener en cuenta que los 4 meses de vida suponen un cambio importantísimo ya que la maduración del sistema nervioso permite por primera vez un movimiento coordinado, intencional y completo de la mano para agarrar un objeto de interés. Antes de los 4 meses el bebé estaba en territorio automático, los “movimientos generales” estaban presentes, así como los reflejos primitivos. La evolución de circuitos corticales permite la organización de patrones motores más estables y eficaces. Esto viene facilitado por la mejora de la estabilización central y de la función visual y cervicoocular.
Función de soporte y función de alcance
Una de las claves de la evaluación en fisioterapia pediátrica de la función manual en el bebé entre los 4 y los 9 meses, especialmente de la función manual en decúbito es la función de alcance y la función de soporte. A los 4 meses y medio el bebé pudo desarrollar el primer patrón contralateral boca abajo. Este es un tipo de estabilización central asimétrica en la que se crea un apoyo en trípode entre un codo, la cadera del mismo lado y la rodilla del lado contralateral. Este triple apoyo junto con el desplazamiento del peso hacia el codo de apoyo permite liberar la mano contralateral para lanzarla al alcance del objeto de interés. Es en este momento cuando podemos definir un brazo de soporte y un brazo de alcance. El brazo de soporte es que recibe la carga y da la estabilidad que permite al brazo de alcance ir hacia el objeto deseado.
La máxima funcionalidad es que el brazo de alcance se convierta rápidamente en brazo de soporte y viceversa. Esto solo es posible con una adaptación de la estabilización central cambiando el patrón contralateral a otro lado. Es por esta razón que al bebé de 4 meses hay que ponerlo boca abajo y ofrecerle cosas en los lados para ver su organización contralateral y su alternancia en función de soporte y de alcance. A 4 meses y medio se ofrecen los objetos en el suelo y a 5 meses en el aire, también en los lados.
La correcta función de la mano en prono depende de la capacidad de organización de la estabilidad central que el bebé tenga y de la facilidad para convertir la mano de soporte en alcance y viceversa.
Por ello la experiencia en prono es tan esencial no solo para el desarrollo de la función manual como para el desarrollo motor en global. La recomendación de pasar la mayor cantidad de tiempo boca abajo para jugar junto a la estimulación en los lados, constituyen dos de los mejores consejos que se puede ofrecer a unos progenitores desde una fisioterapia pediátrica preventiva y global.
Puedes ver aquí un video con mucho más sobre la función manual en el bebé.
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