Por Lucila To
Un cambio en la forma de pensar sobre como abordar las dificultades de aprendizaje, desde la prevención más que desde la reparación.
El concepto del cambio me genera curiosidad. Las personas, las empresas y la sociedad en general cambian de forma permanente y constante, ya lo decía Heráclito de Éfeso 500 años a.c.“El cambio es la única constante”.
¿Qué genera un cambio? El análisis de la realidad y sus múltiples problemas y las distintas formas de interpretarla y buscar soluciones, eso es un buen generador del principio de un cambio. Las dificultades de aprendizaje son una realidad y podemos seguir poniendo etiquetas, que ayudan, porque clasifican problemas y sirven para buscar soluciones. Y además también podemos hacer otras cosas, como buscar los factores relacionados con la forma como se construye el ser humano. Identificar que podemos hacer para prevenir esas dificultades que invaden las aulas. Lo que como padres, podemos hacer y está en nuestro mano, para ayudar a nuestro hijos a desarrollarse en su pleno potencial. ¿os podéis imaginar una sociedad donde cada persona pudiera desarrollar el suyo? El crítico me dirá que eso es una utopía, y le doy la razón, pero como dice un director de cine argentino “La Utopia sirve para caminar”.
Alguien como Iñaki Pastor, con una Visión de crecimiento sobre la sociedad de hoy en día, que detecta los problemas y ve las posibles soluciones. Curioso por naturaleza, observa al recién nacido con el objetivo de identificar porque cada cosa que la naturaleza ha diseñado en la construcción del ser humano, tiene importancia. Tiene la capacidad de entender los conceptos globales. De ir en busca de las consecuencias que la ciencia hoy ya explica sobre la importancia de vigilar de cerca al bebé y su entorno. Y luego hace magia con la forma de explicar algo tan complejo de forma sencilla. De lo que él no es experto busca a compañeros de camino, como en este caso Jara Acín, psicoterapeuta experta en crianza y apego. Juntos nos cuentan que podemos hacer los padres del mundo entero, para conseguir revertir las escandalosas cifras sobre las dificultades de aprendizaje.
Es una visión grande con una intención clara, para entre todos conseguir una mejora social. Una mejora que empieza en forma a las familias y acompañarlas.
Como Optometrista Comportamental y Programadora Neurolingüista, mi misión como clínica es conseguir que cada niño pueda encontrar las mejores estrategias para aprender y evolucionar y que llegue a expresar la mejor versión de si mismo. En esa búsqueda de conocimiento y curiosidad por el ser humano, sé que no lo puedo hacer sola. Los problemas de un ser humano tienen múltiples formas de expresión. Los sistemas que mejor conozco son la visión y las diferentes formas de comunicación, pero sé que estas son, solo una parte de las expresiones de nuestro sistema nervioso.
En la llamada cuarta revolución industrial, la llamada Era del Conocimiento, tenemos tanta información a nuestro alcance, que a menudo es difícil sin criterio, poder hacer una selección de manuales útiles para ayudar de verdad a nuestros hijos y pacientes. Hoy en salud las palabras evidencia clínica y científica están para protegernos de lo demostrable. En este increíble libro, cada capítulo tiene referencias científicas para, a quien le interese, profundizar sobre la justificación de los planteamientos que se describen. A su vez cada capítulo tiene pautas muy claras, sobre lo que hay que hacer para acompañar el desarrollo de nuestros hijos, alumnos y pacientes.
El cambio social empieza en cada familia
El cambio social, empieza en cada familia, cada papá y mamá informado de la importancia de la pautas a seguir, es el principio de un cambio, que no es lineal sino exponencial.
Estos profesionales de los que hablo son aquellos que ya saben que no es lo mismo la intervención multidisciplinar, que la interprofesional. Que muchos profesionales intervengan no es la solución. La solución está en poderse comunicar y entender lo que los otros hacen y cómo lo e hacen. Eso va ayudar a que mi intervención tiene un turno porque otros ayudan a que el sistema que yo trabajo evolucione también. A modo de ejemplo, os puedo contar, que a menudo veo problemas de visión o de movimientos oculares, aunque el problema no es puramente visual. A menudo la función cervical está involucrada o el sistema de equilibrio está comprometido. Si intervengo con ayuda de otro profesional, los tratamientos ganan eficacia.
Me uno al cambio social, para perseguir que cada niño y niña pueda expresarse en su mejor versión, con el máximo de estrategias para desarrollarse como ser humano y como profesional. Como decía Mahatma Gandhi “Seamos el cambio que queremos ver en el mundo”,
Si eres profesional implicado en la salud y la educación, las pautas de este libro te pueden ayudar a ti y a todos los que con cada día trabajas. Si eres Papá y Mamá y quieres saber que puedes hacer para que tus hijos de desarrollen en sus máximas posibilidades, lo que en este libro te cuenta te puede ayudar.
Lucila To
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