El otro día revisando un tratado de fisioterapia pediátrica de Long, me fijé en un esquema que os reproduzco en español. Me gustó bastante, muestra la diferencia entre un abordaje desde las necesidades de la familia (este que veis aquí) y otro abordaje desde las prioridades del terapeuta.
En TMPI ya hablamos mucho de lo importante que es una atención centrada en la familia. Pero lo que me gustó fue la importancia que este esquema pone a las interferencias.
¿Qué son las interferencias? Son todo aquello que obstaculiza una óptima recuperación. No son el problema principal. No son el origen. Tampoco es el bloqueo en el cuello, ni la falta de estimulación vestibular perinatal. Por tanto no suele ser objetivo del tratamiento. Las interferencias son todo aquello en el entorno, en los hábitos, en la escuela, en las relaciones… todo lo que pone aun más dificultades a la recuperación.
Interferencia podría ser una mala nutrición con exceso de azúcares, comer delante de la tele, o simplemente el exceso de pantallas cada día. Quizá la falta de movimiento, quizá la falta de estímulos de desarrollo. Podría ser la falta de sueño, la falta de límites o la falta de afecto.
Me planteé por tanto poner más atención a las interferencias. Identificarlas y dedicarles prioridad en mis objetivos de tratamiento. Y también en mis estrategias de acción y de educación a la familia.
¡Mucho ánimo! ¡Tenéis un trabajo precioso!
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