No todos los artículos que uno lee, realmente encantan. Primero es difícil encontrar entre miles lo que a uno le interesa. Me ha encantado un artículo “El desarrollo del comportamiento motor” (The development of motor behavior) de Karen Adolph y John Franchak. Hace una revisión muy interesante del aspecto motor en el bebé pero desde una perspectiva en desarrollo. Ya sabéis, que la integración del desarrollo tanto genético como ontogenético es algo que nos interesa mucho en TMPI. El artículo explica detalladamente aspectos del aprender a andar, los sistemas de navegación, la manualidad o los aspectos faciales; tragar, chupar, masticar, mímica, habla o mirada. Lo he subido ya al área privada para los que estáis en el directorio.
El escondido valor de la postura
Algo que me encanta de este artículo es que no se refiere solo al movimiento como único aspecto relevante del desarrollo del bebé. Sino que resalta específicamente en sus páginas al valor de la postura en la construcción neurológica. Dice:
“La postura es la más fundamental de las acciones motoras. Es el fundamento sobre el que se construyen otras acciones”.
Ya sabíamos que el control postural es un gran hito evolutivo ya que el neonato no puede estabilizar segmentos ni asegurar soporte. Pero aquí podemos entender la postura como una parte esencial de la construcción motora. Yo me atrevo a decir que también de la construcción sensorial. ¿Sin estabilidad propioceptiva cómo es posible integrar inputs visuales, vestibulares o táctiles?
El análisis de la calidad del soporte, del control de tronco, de las posiciones de miembros en las posturas estabilizadas nos ofrece un idea muy fiable de la calidad del control del sistema nervioso. Así, cuando hacemos una valoración de la escala Alberta (AIMS) me gusta estar atento a la calidad del control posicional. Y no solo con un AIMS. Para mi es clave en todo examen clínico de un bebé en fisioterapia pediátrica. También por supuesto, debemos observar la calidad de los cambios posicionales o movimientos.
En niños más grandes también nos fijamos en la estabilidad y el control postural. Ahí es muy interesante. Cuando no hay buen control postural, los movimientos suelen ser menos precisos.
De hecho, ahí está el trabajo con los bebés y sus familias. Tratar de asegurar experiencias de postura cuando el bebé no puede asegurar por si solo es ya un hecho de programación del control motor. ¡Y creo que muy potente!
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