Cada vez de una forma más numerosa, fisioterapeutas de distintas especialidades se acercan a la Terapia Manual Pediátrica Integrativa (TMPI). Unos buscan sistemas para el tratamiento de niños y bebés. Otros buscan un nuevo enfoque para los problemas del desarrollo. Otros comprender cómo tratar el cráneo, alteraciones y deformidades en pediatría. Unos pocos buscan tratar adultos de una forma más eficaz. Estos últimos realmente han comprendido que todos los adultos tenemos un niño dentro. No solo en el plano psicológico. Numerosas alteraciones musculares, articulares o posturales tienen su origen en la infancia. Esto ocurre en la programación de los programas sensoriales y motores. Conocer cómo se programa un niño en sus diversos sistemas te permite acompañar un adulto a una reeducación completa.
Una de las esencias de TMPI es la total integración estructura-función.
Una de las esencias de TMPI es la total integración estructura-función. Este es uno de los regalos que ofrece a la fisioterapia mundial.
Los terapeutas manuales de cualquier origen (osteopatía, terapia manual analítica, etc.) pueden completar su formación en los programas neuro-sensorio-motores. Esto les permite acompañar la reeducación funcional de niños con problemas de deglución, coordinación, aprendizaje, etc. La corrección de la disfunción no lo es todo. Hay que ayudar al sistema nervioso a funcionar mejor. La fisioterapia moderna basada en la evidencia tiene pocas dudas sobre esta necesidad de integración en la función de los resultados manuales. Se ve claramente en el abordaje del dolor crónico y es igualmente imprescindible en niños y bebés. En pediatría la actualización constante de programas nerviosos sensoriales y motores necesita su proprio abordaje. Y no solo en reflejos primitivos sino en cualquier sistema automático como el reflejo vestibulo-ocular (VOR) Complementario por otro lado a las correcciones manuales musculoesqueléticas.
Los fisioterapeutas pediátricos de cualquier origen (respiratorio, Vojta, Bobath, etc.) pueden completar su formación en la evaluación y el tratamiento manual del sistema musculoesquelético. Terapia Manual no es girar el cuello de un bebé con tortícolis. La Terapia Manual permite una aproximación precisa y fina a cada estructura articular y tisular. La eficacia y el respeto por la fisiología permite resultados más completos y con menos riesgo. El tratamiento manual en pediatría permite mejorar rápidamente la movilidad articular en tortícolis, actuar sobre deformaciones craneales, mejorar la función de succión por el efecto neurodinámico al tratar los nervios craneales, al igual que la mejora en la oculomotricidad por una mejor propiocepción cervical, etc.
Un salto de calidad necesario
Esta integración formativa dentro de cada fisioterapeuta supone un salto de calidad de perspectiva. Y por supuesto un salto de calidad en la asistencia al niño y el acompañamiento a la familia.
¿Cuál es el problema? El problema es que a cada uno estos fisioterapeutas les cuesta soltar lo conocido para integrar lo nuevo. Lamentablemente a menudo permanecen en su refugio de lo conocido a pesar de haber visto y experimentado el beneficio de lo integrativo.
¡A todos vosotros quiero deciros que es posible! ¡Volved sobre las formaciones TMPI en los que os falta! Hay muchas familias a las que ayudar y todos somos responsables de hacerlo.
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