El pie plano es para las familias una preocupación común y continúa siendo un debate en el ámbito sanitario.
El pie lo conforman varios arcos, pero el que más solemos observar es el arco longitudinal interno. Los arcos no lo inventaron los arquitectos, los inventó nuestra sabia naturaleza para soportar el peso de todo el cuerpo y repartir las cargar de forma armónica al suelo. Además de colaborar en el buen equilibrio y la locomoción. Y los arquitectos lo copiaron para las estructuras y edificios tan hermosos como la Mezquita de Córdoba.
El traumatólogo Parra García (2011) nos pregunta: ¿Es el pie plano-valgo una situación clínica caracterizada por la desaparición o por no formación del arco plantar?
La definición más actual es que el pie plano-valgo no es un problema estático de angulación entre el tobillo y el pie, en realidad, es una consecuencia de un cambio funcional dinámico de las extremidades inferiores.
Hayley Uden (2017) realizó una revisión sistemática de 35 artículos para poder tener unos valores universales de medición del arco y decidir si una situación es fisiológica o patológica. Las conclusiones a la que se llegaron fueron la falta de consistencia en las herramientas de medición de la postura del pie y la falta de consenso en las medidas.
Lo que sí tenemos claro es que el pie en el primer apoyo es fisiológicamente plano-valgo y que entre los 7 y 10 años debe estar formado. En este proceso de desarrollo debe haber una línea de cambio de forma progresiva. El arco se va armando a medida que van cambiando los ángulos de los huesos, especialmente los huesos largos como el fémur y la tibia.
Para este proceso fisiológico necesitamos que el bebé venga con una integridad en los tejidos y una calidad neurológica. Además de que su neurodesarrollo viva unas circunstancias específicas. Por ejemplo, muchas horas de juego en prono, una buena estabilización central, una buena integración de circuitos sensorimotores lumbares, plantares,… Así la tensión excéntrica moldeará los huesos, se modificarán las cargas y el pie podrá tener su arco fisiológico.
Entonces… ¿qué nos cuenta un pie plano-valgo? Que le falta desarrollo. Y en esos somos expertos los fisioterapeutas TMPI, en acompañar los cambios y maduración correcta.
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Referencias
Uden H, Scharfbillig R, Causby R. The typically developing paediatric foot: how flat should it be? A systematic review. J Foot Ankle Res. 2017; 10: 37.
Távara Vidalón P, Lafuente Sotillos G, Palomo Toucedo I, Manfredi Márquez M. Revisión de la efectividad de los soportes plantares personalizados en el pie plano valgo infantil. Rev Pediatr Aten Primaria [online]. 2017, vol.19, n.75, pp.123-131. ISSN 1139-7632.
Parra García J.I, Bueno Sánchez A. El pie plano: las recomendaciones del traumatólogo infantil al pediatra. Rev Pediatr Aten Primaria [online]. 2011, vol.13, n.49, pp.113-125. ISSN 1139-7632.
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